Teresa, 49 años

«Estaba desesperada con mi dolor de rodilla»

Como no me podía mover, cada año tenía más sobrepeso y eso era peor para mis rodillas. Sentía que todos mis músculos estaban atrofiados y me parecía que no eran míos. Poco a poco y con la ayuda de los sencillos ejercicios que fui haciendo con Dani, empecé a caminar, dando pequeños paseos, y con esa actividad inicié con más ánimo una dieta. Me he esforzado mucho pero me ha cambiado la vida.